Siete décadas construyendo hogares

Manuel Brizuela Azcona arrancó su andadura como empresario de la construcción hace casi 70 años. En el verano de 1953 realizó sus primeros trabajos; en un principio estuvieron dirigidos hacia la reforma, la construcción de viviendas llegaría más tarde.

En los años 50 Valladolid comenzaba a crecer hacia el norte para albergar la inmigración rural que empezó a llegar pocos años antes.  Las promociones de Santa Clara ya estaban en pie (1950) al igual que el barrio de San Pedro Regalado (1951). La ciudad solo contaba con dos puentes para cruzar el Pisuerga hacia la zona de Huerta del Rey, que como su nombre indica estaba poblada de huertas y campos de cultivo. Años más tarde se construyó el de Isabel la Católica (1954-1957) y el del Poniente, que no entró en servicio hasta 1960.

El barrio más populoso de la ciudad era Delicias, mientras que Pajarillos tan sólo estaba formado por un triángulo de calles junto a la carretera de Villabáñez. Un poco más al este también era campo, ya que apenas existían casas al otro lado de las vías del ferrocarril. Y es que la plaza Circular cerraba por esa zona la ciudad que, en realidad, terminaba en la ermita de San Isidro.

La primera vivienda

El norte continuaba creciendo con la urbanización de la Rondilla de Santa Teresa y las viviendas de Amor de Dios (1956), y, en el sur, el límite estaba marcado por la plaza de toros y el antiguo estadio de fútbol.

Manuel Brizuela se fijó en la zona sur para emprender su primera promoción en el año 1958. Un área de la ciudad que empezó a construirse en 1944 con viviendas militares en el entorno del Paseo de Zorrilla, cerca de la plaza del Ejército, y que continuó con las del Cuatro de Marzo (1954), que inauguró el propio Franco en 1959. Apenas había viviendas construidas entre el estadio y el matadero (1932 – 1936) o las casas de La Rubia.

Brizuela escogió la calle Esperanto para esta primera promoción, en la zona que empezaba a desarrollarse entre la plaza del Ejercito y el Matadero, y que hoy ha progresado hasta juntarse prácticamente con el municipio de Arroyo de la Encomienda.

Valladolid crecía con rapidez, y la construcción de nuevas viviendas con ella.  Llegaban los primeros semáforos a la ciudad en 1957 a la intersección de la calle Duque de la Victoria con Ferrari, y el Real Valladolid subía de nuevo a primera en 1959.

Brizuela Construcciones S.L. también prosperaba. Alternaba la obra en contrata con la destinada a promoción propia de viviendas que actualmente mantiene. Más de 1.500 hogares llevan su sello en Valladolid. Hogares que han recorrido la ciudad de norte a sur: desde la calle Pérez Galdós o la plaza de la Cruz Verde hasta Huerta del Rey o Covaresa, pasando por Arroyo de la Encomienda o el Camino del Cabildo.

Rehabilitación y galardones

Pero su buen hacer llegó también hasta la rehabilitación de edificios singulares de la ciudad como el palacio renacentista denominado ‘El caballo de Troya (año 1.520), el convento y asilo de Santo Domingo, la iglesia-capilla en el convento de las Hermanitas de los Pobres o el convento e iglesia de las Siervas de Jesús.

Manuel Brizuela S.L. fue empresa socia fundadora de la Asociación Vallisoletana de Empresarios de la Construcción (AVECO), de la que actualmente su hijo Manuel Brizuela Arroyo es vicepresidente, y cuenta con importantes galardones como el premio estatal de la Confederación Nacional de la Construcción en reconocimiento a su contribución al sector durante más de 50 años o el Premio ‘Empresario del año’ en 2010 en la categoría de Construcción.

Desde el fallecimiento de Manuel Brizuela Azcona en 1994, sus hijos siguen al frente de este proyecto que continúa construyendo hogares en Valladolid siete décadas después.

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